Edificios Antiguos en Bogotá

Herencias Constructivas: Explorando el Pasado en la Construcción en Bogotá

Edificio Avianca


Arquitectos: Esguerra, Saenz, Urdaneta Samper Arquitectos / Ricaurte Carrizosa y Prieto Arquitectos Ltda
Ubicación: Bogotá, Colombia
Año Proyecto: 1968
Cliente: Avianca
Diseño Estructural: Doménico Parma Marré
Área Proyecto: 37.250 m2

En la esquina de la carrera séptima con calle 16 en la antigua plaza de las hierbas, hoy parque de Santander se encontraba la casa donde en 1840 falleció el general Francisco de Paula Santander. Hoy en su lugar se encuentra el Edificio Avianca, que fuera en su momento el mas alto no solo de Bogotá sino también de Suramérica. 


 La casa colonial en la que murió Santander fue demolida a comienzos de los años veinte para edificar el Hotel Regina el primer hotel de lujo en Bogotá. Sin embargo, luego de los acontecimientos y disturbios del 9 de abril de 1948 sufrió grandes destrozos que afectaron parte de la estructura. A comienzos de los años 60 este terreno fue comprado por la empresa Avianca para desarrollar un proyecto que albergara sus oficinas centrales.


En el año 1966, tras la adquisición de varios predios aledaños al inmueble donde funcionaba hasta ese momento la sede administrativa de Avianca, se da inicio a la construcción de el Edificio Avianca. Diseñado por el renombrado arquitecto colombiano Germán Samper Gnecco por un concurso de Arquitectura, donde participaron la firma "Esguerra Sáenz, Urdaneta y Cía., Ricaurte Carrizosa Prieto y el italiano Doménico Parma", entre los años 1962 y 1968. Fue el primer rascacielos construido en Colombia, y por lo tanto el primero que superó los 150 metros de altura, con 160,94 metros de altura en los que se desarrollan 37 pisos y 4 sótanos.


"El edificio fue concebido como un volumen de una gran pureza geométrica independiente de las edificaciones vecinas. La intención estética es la simplicidad y la búsqueda de una silueta urbana sencilla. Los materiales exteriores son el concreto a la vista de sus columnas y el aluminio y vidrio de la fachada flotante. Sus interiores son totalmente flexibles. Se construyeron simultáneamente la estructura de la torre y los sótanos." - Memoria del Arquitecto -

En el diseño y la ejecución de este edificio presentó innovaciones constructivas.  En primer lugar en lo referente a la torre el núcleo de instalaciones mecánicas y circulación vertical fue diseñado a la inversa de lo usual, ya que se concibió para centralizar los ductos verticales que conducen las instalaciones mecánicas, y la escalera, y rodeados por las baterías de ascensores que se abren en sentido opuesto y no sobre un vestíbulo central.


Este hecho además de su racionalidad y economía en la distribución de las redes mecánicas, y las ventajas de orden funcional, constituyó uno de los elementos más importantes de protección al fuego en la violenta prueba que hubo de soportar la estructura en julio 23 de 1973.

En segundo lugar, los diseños y procedimientos adoptados para la construcción de los cuatro sótanos, proporcionaron estabilidad a las edificaciones circundantes, representando otra novedad, particularmente adecuada para terrenos difíciles, una condición prevalente en la mayoría de terrenos en Bogotá. 

Fue así como se concibieron una serie de caissons periféricos, que garantizaran la estabilidad del suelo vecino y sus cimentaciones. Dentro de estas se levantaron las columnas estructurales para luego fundir anillos de concreto como parte de las placas de sótano, siguiendo los límites del terreno. Dichas placas se fundieron de arriba hacia abajo, es decir, utilizando el terreno como formaleta para luego excavar la tierra por debajo de la loza. Este procedimiento permitió, además, buscar un equilibrio mecánico entre el volumen de tierra excavada y el peso de la estructura de la torre que iba siendo construida, lo cual representa una adecuada tecnología de construcción en los casos en que las condiciones del suelo exigen cimentaciones de tipo flotante.




!Hay Fuego en el 73!

Cuatro años después de la inauguración un 23 de julio de 1973 sobre las 7 de la mañana las llamas invadieron la edificación. El mayor símbolo del avance urbanístico de la capital ardía ante la mirada atónita del país. 

Se reportó fuego en el piso 14 del edificio, el cual funcionaba como deposito donde habían elementos como tapetes, alfombras y gasolina. Los trabajadores del edificio que se encontraban en ese momento intentaron sofocar las llamas con baldes y extintores. Luego de 15 minutos llegaron los bomberos a cumplir con su labor, con la mala fortuna de que las mangueras solo llegaban hasta el piso 12.

Con el transcurso de las horas el incendio que alcanzó temperaturas cercanas a los 800 grados, ascendió a partir del piso 14, consumiendo los 23 pisos superiores. La gente que a esa hora se hallaba en el edificio subió a pie por las escaleras. Las operaciones de rescate se realizaron con helicópteros que lanzaban torrentes de agua. Algunas personas atacadas por el pánico se tiraron al vacío y murieron. Otras llegaron hasta la azotea, donde fueron sacadas en helicóptero. El siniestro dejó 4 muertos y 63 heridos. La estructura no sufrió daños considerables.




Comentarios